La crêperie Au Vieux Quimper es un punto de referencia en la historia de la crêpe en Quimper, en el sur de Finistère, un lugar enraizado en la historia y el patrimonio de las viejas piedras del centro histórico.

Una historia en ciernes desde 1956

Desde 1956, nuestra crêperie perpetúa el saber hacer bretón, adaptándose al mismo tiempo a la evolución de las tendencias culinarias. La crêpe, que no debe confundirse con la galette, es una de las especialidades de la Bretaña occidental.

El fundador del local se trasladó a la rue Verdelet en 1956. Los crêpes se hacían directamente en la chimenea, que aún puede verse detrás de la cama cerrada todavía presente en la crêperie y marcada con el sello de 1899.

Hoy ya no le pediremos que traiga su trozo de mantequilla a cambio de unas crêpes, como se hacía antaño, pero el entorno sigue impregnado de la cultura bretona, tan apreciada por los propios bretones y por los numerosos visitantes que desde hace muchos años hacen del "Vieux Quimper" un elemento esencial de su visita a Quimper.

Una atmósfera imprescindible

Au Vieux Quimper es algo más que un ambiente único donde la acumulación de objetos rima con la historia de la cultura bretona. Es, sobre todo, una historia de personas contada a través de los objetos recogidos por los diferentes propietarios a lo largo de los años, desde 1956.

La cultura bretona es rica, muy rica, y el ambiente de la crêperie lo refleja desde hace más de 60 años.

Platos, estatuas, carteles, camas cerradas, objetos insólitos... Desde objetos anónimos hasta los grandes nombres del arte bretón, comer crêpes de trigo o "alforfón" en un ambiente típico de la historia de Bretaña y de sus artistas es la promesa de una velada "crêpes" de éxito.

Au Vieux Quimper: recetas tradicionales de crepes, un marco cargado de historia y un sabor inigualable transmitido de generación en generación.